CONOCE LAS 15 SEÑALES DE QUE TIENES UNA RELACIÓN TÓXICA


¿TENDRÉ UNA RELACIÓN TÓXICA?

Una relación tóxica incosciente mantenida se puede convertir al final en una relación tóxica. Lo tóxico es maltrato y se puede manifestar por medio de la violencia, la humillación constante, la falta de respeto, el reproche, la indiferencia, las burlas, la desvaloración, el abandono, la culpa, la invasión, los celos, entre otros más.
A sí mismo, hay quien piensa que sufrir por amor es algo normal y porque la otra persona te importa y hay quien mide su amor por la intensidad del sufrimiento o los celos. Déjame decirte que eso  ¡NO ES AMOR! 
Pues es tóxico el amor que hace daño, humilla o atormenta. Aunque pareciese algo común que pasa en las parejas juveniles hoy en día pues estoy convencida que en ocasiones es muy difícil de reconocerlo cuando nos vemos involucrado en ello y si no se ve pues será difícil también de poder darse cuenta y solucionarlo.

A continuación, te presento 15 señales de que tu relación es tóxica:

  • Si sigues en una relación de pareja en la que no te sientes importante, a pesar de haber escuchado con claridad muchas veces “no eres la persona que quiero en mi vida”. Aún así, ni te vas, ni el otro te deja marchar…
  • Tienes una relación con una persona casada, que te dice que te quiere a ti, pero vive con la otra persona.
  • Estás con una persona ambigua: no sabe si te quiere o no en su vida y tú mientas tanto sigues esperando a ver si se decide.
  • Aceptas cosas de tu pareja que para ti son innegociables como la infidelidad, la mentira, el grito, la indiferencia o la humillación.
  • No le importan tus decisiones. Y en este punto, nos referimos a la intimidad. El sexo debe ser consentido por ambos; si él no sabe respetar un ‘no’ como respuesta, ten mucho cuidado y aléjate de él.
  • Te cela todo el tiempo. La confianza es fundamental en una pareja, cuando esta desaparece la relación empieza a desmoronarse. No permitas que invada tu privacidad o que te acuse de cosas que no haces. Cuidado con cometer el mismo error para no generar mayores problemas.
  • No respeta tu opinión. La relación es de dos y ambos tienen derecho a dar su opinión Si él quiere decidir por ambos e imponer sus preferencias te está demostrando que no te respeta.
  • Es agresivo. Es la gota que rebalsa el vaso. Si un hombre te levanta la mano, no solo te demuestra que no te ama, sino que es capaz de herirte y poner tu integridad en peligro.
  • Te humilla. ¿Dónde estamos? La persona que debe defenderte y valorarte, se aprovecha de tus errores para destruirte moral y psicológicamente. Esta es una señal clara de que él no te valora y solo te hace daño.
  • Buscar discutir por cualquier motivo. Si cada conversación entre ustedes acaba en una pelea, puede ser porque la comunicación ya se rompió. Esto solo hace que, cada vez que abran la boca, sea para hacerse daño.
  • Le tienes miedo. Todas sus actitudes han hecho que el amor que le tenías se convierta en miedo. Ya no te sientes feliz ni segura a su lado, lo que significa que tu relación ya tocó fondo.
  • Amenazas y malos modos.
  • Agresiones físicas (cuando se llega a esto es porque hubo señales no escuchadas).
  •  Menosprecio (te dice frases como: “no servís para nada” o “estás gorda”).
  • Le molesta que pases tiempo con tus amigos o familiares.
Ahora te invito a que veas los siguientes videos que de seguro te hará reflexionar un poquito más sobre este tema y te ayudará a salir de este hoyo tan delicado. 





AMISTADES TÓXICAS - ARCHIVO PPT


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GENTE TÓXICA

GENTE TÓXICA ¿QUIÉNES SON?

Son personas que no han madurado emocionalmente, gente profundamente insegura y egoísta que necesitan estar cerca de alguien (su víctima) para entablar una relación absorbente que les permita descargar sus frustraciones. Así convierten a su víctima en una terapia barata particular, invadiendo sus límites y centradas en fijarse en sus defectos y en la parte negativa de las cosas para compensar sus carencias e inseguridades y así sentirse mejor consigo mismas, sin aportar casi nada positivo a la relación. 
Por eso las personas tóxicas acaban por molestar a menudo a su víctima, que termina experimentando emociones negativas y agotamiento, sintiendo que se consume su energía y alegría. Cuando después de estar con alguien nos sentimos estresados, frustrados o sentimos alivio cuando nos quedamos solos, estamos ante una persona tóxica para nosotros.
De vez en cuando hacen cosas por su víctima, pequeños favores que esconden un interés personal y que suelen cobrar en algún momento futuro (“yo te hice este favor, ahora te toca a ti”).
 Son personas asfixiantes que presionan a su víctima para que haga cosas que no le apetece, sobrepasan continuamente sus límites para comprobar hasta dónde pueden llegar y esperan que esa persona esté siempre dispuesta a ayudarles en todo lo que necesiten. 
Casi nunca asumen su responsabilidad y culpan de todo a su víctima o a circunstancias externas. 
También desahogan su frustración, tristeza y pesimismo en la primera persona accesible que encuentran, sembrando dudas sobre sus aptitudes e incapaces de apreciar sus logros, emitiendo juicios con insistencia y desdeñando los sentimientos de su víctima sin escucharla ni ofrecerla apoyo emocional.
Es conveniente saber identificar a las personas tóxicas y advertir sus artimañas para poder desactivarlas antes de que logren su objetivo.

Tipos y perfiles de la gente tóxica:

*Los victimistas, que responsabilizan de todo lo que les ocurre a los demás, contagiando el sentimiento de culpa a través del chantaje emocional.
*Los que critican y descalifican cualquier actuación o idea que tenga su víctima, creando un sentimiento de inutilidad y debilitando su autoestima.
*Los agresivos verbalmente, intentando provocar inseguridad en su víctima para hacerla débil, humillándola y faltándole al respeto.
*Los manipuladores, los que siempre están engañando en beneficio propio.
*Los cotillas, que propagan rumores negativos sobre personas ausentes (las personas que critican a otras que no están presentes no son fiables).
*El narcisista, el que se cree perfecto y no soporta que le lleven la contraria, el que siempre da lecciones sobre cómo se tienen que hacer las cosas y se cree con derecho a descalificar y menospreciar al que contradiga sus decisiones o creencias.
Una vez identificada la toxicidad de la relación se recomienda cortarla de la mejor manera posible, hablando sobre lo que nos molesta de esa relación de forma abierta y asertiva, marcando nuestros límites. Y si no se puede por las buenas no dudar en alejarnos de su círculo de influencia sin dar ninguna explicación. 
Estas personas sólo intoxican a quien pueden, no a quien quieren. Además se les puede desarmar negándoles el acceso a nuestra intimidad, sin hacer caso de sus comportamientos, sin darles importancia, sin entrar en su juego. Después, para cerrar el pasado y que no nos intoxique su recuerdo, lo mejor es tomar conciencia de que detrás de esas conductas suelen esconderse miedos, frustraciones o vivencias infantiles que han dificultado un desarrollo óptimo de la persona. Así llega el perdón liberador al darnos cuenta de que sólo son diferentes en ciertos aspectos, ni mejores ni perores que nosotros, con lo que descubrimos la inutilidad de juzgar a los demás y en su lugar reflexionamos sobre la comprensión y el respeto. 
Sin embargo;  toda persona puede cambiar sus actos de tóxicos a nutritivos si así lo decide, si hace consciente su comportamiento problemático con los demás y tiene la determinación de cambiar.

¿POR QUÉ NO L@ PUEDO DEJAR?





Podría pensarse que es fácil darse cuenta, todas y todos reconocemos una mala relación de pareja en los demás, incluso nos aventuramos a sugerirles que lo dejaran; pero tratándose de una misma, o uno mismo, la cosa cambia.



Es inevitable que, cuando se establece una relación de pareja, sucedan en el tiempo conflictos o dificultades, consecuencia de la interacción entre dos personas únicas y diferentes, con distintas formas de interpretar y de afrontar las situaciones. Pero hay relaciones de pareja caracterizadas por una profunda insatisfacción y un frecuente estado de ánimo bajo o incluso temor.




El problema estriba en diferenciar si esa situación responde a las dificultades normales, o bien estamos hablando de una relación tóxica de pareja.

En las relaciones afectivas, sobre todo en las etapas iniciales, perdemos cierta perspectiva, lo que nos lleva a interpretar vivencias y circunstancias del modo en el que necesitamos hacerlo, y esto es, a favor de la intensa emoción que estamos sintiendo. ¡Nada va a oscurecer este brillante momento!

Por ejemplo, nuestras interpretaciones nos llevan a pensar que la otra persona “es perfecta”, lo que es altamente improbable (ya sabéis que la perfección no existe), o tendemos a justificar algunas actitudes, que no se sostendrán más adelante.

¡NO. NO VA A CAMBIAR. HAGAS LO QUE HAGAS, NUNCA CAMBIARÁ. SU COMPORTAMIENTO ES ABUSO EMOCIONAL Y VIOLENCIA PSICOLÓGICA. NO LE INTERESA CAMBIAR!